Números

IVA, IRPF y desigualdad

Nos hemos ocupado previamente de estas cuestiones. Abundo en ellas ahora a causa de un informe publicado por la ONS (Office of National Statistics, el INE británico) titulado The effects of taxes and benefits on household income, 2010/2011. Extraigo de su resumen los siguientes puntos:

  • Antes de impuestos y beneficios sociales, el quintil más rico de los hogares tenía una renta media de £81.500, 16 veces superior a la del quintil más pobre, £5.100.
  • Globalmente, los impuestos y los beneficios sociales contribuyeron a redistribuir la riqueza: tras computarlos, el ratio se redujo a 4: £61.400 contra £15.200
  • Los beneficios sociales y los impuestos directos (IRPF) contribuyeron a reducir la desigualdad; sin embargo, el IVA y los impuestos especiales (sobre la gasolina, el alcohol, etc.) contribuyeron a incrementarlo.
  • El balance entre impuestos pagados y beneficios recibidos fue negativo para los hogares en los dos quintiles superiores y positivo para los de los tres quintiles inferiores.

Además, y efecto de los recortes y la política del nuevo gobierno británico:

Las auditorías bancarias de ayer

Ayer fue día de auditorías bancarias. A las cinco y media de la tarde se enfrentaron un secretario de estado y el subgobernador del Banco de España a un pelotón de periodistas anuméricos con hambre de una sola cifra (pero de muchos ceros) con la que saciar el hambre también de una sola cifra de un país merecidamente atribulado (a más de, no se sabe si por emanación o reflejo, igualmente anumérico).

El otro AIC

Para los estadísticos, las siglas AIC remiten a Akaike. A partir de ahora, tal vez menos. AIC es también el Actual individual consumption, o consumo individual real, un indicador que trata de medir

todos los bienes y servicios efectivamente consumidos por los hogares.  A los adquiridos realmente por ellos agrega los que proveen el gobierno o las organizaciones sin ánimo de lucro (por ejemplo, educación o sanidad). Para comparaciones entre países es más útil que el consumo de los hogares tradicionales porque este último indicador depende de la manera en que determinados servicios son adquiridos en el mercado o provistos por otras instituciones.

El índice de riqueza integral

Alguna vez hemos criticado aquí el PIB como indicador del progreso de una economía, además de algunos aspectos metodológicos de su cálculo y la manera en que, por decirlo de alguna manera, se presenta en sociedad.

Un ejemplo: el destrozo que provoca un terremoto no resta del PIB. Sin embargo, el trabajo de reconstrucción sí.

El siguiente ejemplo ilustra otro de los principales problemas del PIB: si un país extrae petróleo del subsuelo, lo refina, lo vende en una gasolinera y alguien lo quema en alguna tontería, el indicador, mágicamente, asciende. Pero ese petróleo se ha esfumado para siempre y ya no está disponible en el ejercicio siguiente. Además, el dióxido de carbono resultado de su combustión queda en la atmósfera elevando la temperatura del globo e intoxicando. Pero el PIB ignora estos aspectos.

Rankings de colegios: problemas y alternativas

Me voy a sumar al rol de bitácoras que hablan del ministro Wert. No lo conocía de nada pero el día de su nombramiento, El País publicó un artículo suyo —que no he podido ubicar— en el que, como sociólogo, analizaba ciertos resultados electorales. Ese detalle me hizo pensar que me iba a caer bien el hombre. Y, pobre, no para de dar y recibir disgustos.

Planea ahora elaborar un ránking de colegios. No es una ocurrencia sino algo que se hace con normalidad (aunque no sin problemas, a veces) en otros sitios y que acá hacen otros en ocasiones.

¿Por qué me quejo del Banco de España?

Siempre que puedo, aprovecho para hablar bien del Banco de España. Trabajé en él seis meses, precisamente en algo que se llamaba algo así como el sistema informacional de la central de riesgos (bancarios). A quien no tiene prisa me gusta contarle lo que ahí hice con SAS y Oracle, uno de esos pocos trabajos que me han dejado completar a mi gusto.

Pero el otro día me tocó darle un buen tirón de orejas. Su último informe de estabilidad (¿inestabilidad?) financiera adolece de graves problemas conceptuales, de bulto. Por agregar (o promediar) la información de todas las entidades financieras españolas en un único balance incurre en un error que voy a ilustrar con un símil.

Definiciones estadísticas básicas (para los periodistas de "El economista")

Muy señores míos periodistas de El Economista: déjenme que les recuerde una definición estadística básica para que no vuelvan a meter la pata como en su reciente artículo ¿Está la mitad de los jóvenes en paro? La tasa real sería del 18%.

Efectivamente, según la OECD, sólo el 18% de los españoles entre 15 y 24 años son desempleados. Un desempleado es una persona que no tiene trabajo y lo busca activamente. Y se supone que si estudia está… estudiando, no buscando trabajo.

Deuda y apalancamiento

Hoy, ni estadística, ni R, ni nada de lo que estilo. Me limitaré a mostrar un gráfico sobre la deuda y el apalancamiento en algunas economías notables extraído del último informe del FMI

Aun sin ser experto, se me antoja realizar algunos comentarios:

  • Aunque se tienda a meter a España e Italia en un mismo saco, presentan diferencias notables: Italia tiene una deuda alta; España, baja. Sin embargo, Italia tiene superávit primario (es decir, ingresa más de lo que gasta, por lo que su deuda tendería a reducirse) y España, déficit. Y es por ahí que van los tiros de los famosos recortes… Y por eso también es que últimamente se habla del desacoplamiento entre ambos países.
  • Ah, Alemania… ¿cómo están tus bancos? ¿Sabes que el apalancamiento es una caja de Pandora?
  • ¡Qué fotogénica es la Eurozona! ¿Será que necesitamos más Europa y menos Grecias (así como más España y menos Valencias y Pioces)?

Jugar empobrece

Fumar mata. Cien gramos de barritas de cereales (cuatro unidades) contienen 0.2 gramos de sodio. Y unos carteles amarillos indican que hay que tener cuidado al pisar porque acaban de fregar el suelo. El estado quiere que dejemos de fumar, tengamos una dieta sana y no nos descalabremos.

Pero, ¿por qué no se etiquetan de igual manera las máquinas tragaperras? Un reciente artículo en Significance especula sobre la manera en que poder transmitir información sobre la peligrosidad de estos dispositivos a sus —tristes— usuarios. Porque, curiosamente, así como con la ruleta y otros juegos de azar es posible calcular las probabilidades involucradas, las máquinas tragaperras con particularmente opacas.

Por un IRPF ergonómico

Sé que es un ejercicio vano. Pero lo hago igualmente.

Completar una declaración del IRPF es un ejercicio extenuante y, sobre todo, aburridísimo. Y menos mal que ahora existe el programa PADRE que lo automatiza. (Eso sí, señores programadores de la Agencia Tributaria: ¿podían no utilizar el color amarillo de fondo? Tras unas cuantas horas de casilla en casilla se me acomoda la retina de tal manera que se me alteran los cromatismos y lo veo todo la mar de sicodélico).