De nuevo, la falacia del fiscal (aplicada a fiscales que fenecen)
Cosas altamente improbables ocurren a diario. Es altamente improbable que no ocurran eventos altamente improbables.
A veces te ocurre un evento altamente improbable cerca de ti, como, por ejemplo, que el número de tu billete de lotería coincide con el que cantan el día 22 de diciembre unos niños en la tele. Y todo bien. A veces, van y se mueren un par de críos en el sitio donde trabajas y te empapelan malamente.
Posiblemente porque un juez anumérico confunde $latex P(I | D)$ con $latex P(D | I)$ (uso la nomenclatura de aquí), que en eso consiste la llamada paradoja del fiscal.
En ese enlace también se explica (con el teorema de Bayes y aplicando frecuencias naturales: los dos últimos parrafitos son los más reveladores) cómo funciona la cosa.
Dicho lo cual, al tema de hoy. Me escriben para que hable de cierto asunto: el de la reciente y casi simultánea muerte de dos (¿y de alguien más?) fiscales españoles con importantes responsabilidades en temas candentes. Este doble fallecimiento es un evento muy poco probable. Ha ocurrido y sí, casi seguro que la probabilidad de que ocurra en tan corto espacio de tiempo es algo que no cabría esperar. Como tantas otras cosas.
Ahora bien, sospecho que habrá quienes quieran encontrar causas muy concretas al fenómeno. Espero simplemente que nadie esté comparando $latex P(I | D)$ con $latex P(D | I)$ sino con $latex P(\sim I | D)$.