¿Informática o matemáticas? Una pregunta muy mal formulada

es el tuit que lo comenzó todo. Hay más sobre su impacto aquí. No voy a comentarlo.

Sí que diré que la pregunta está mal formulada. Y muchas de las respuestas y comentarios que he visto, muchos de ellos de gente que conozco, han entrado al trapo sin percatarse de que, de algún modo, contiene una petición de principio.

Lo que en el hilo, el artículo, la entrada y en las respuestas de muchos se contesta realmente a la pregunta siguiente:

Condicionado a acabar trabajando en el mundo de los datos y si tuvieses 17 años de nuevo aunque acarreando tus actuales preferencias y sesgos (consecuencias todas ellas de haber estudiado lo que estudiaste), ¿qué piensas que deberías haber estudiado?

Y todos vienen a decir lo previsible: lo que estudié yo.

Porque cada cual, habida cuenta de lo que sabe, ha caído en un subsector del oficio donde, ¡oh, sorpresa!, sus habilidades son las más adecuadas para desenvolverse en él con soltura.

Así que si eres científico de datos, independientemente de lo que has estudiado y estás feliz con tu trabajo, tus compañeros, tu empresa, tu vida, ¡enhorabuena!

Y si eres un chaval que está en bachillerato y planteándose qué estudiar para trabajar en ciencia de datos, dos cosas:

  • No tienes ni repajolera idea de lo que hablas. Igual has leído algunas chorradas por ahí. Yo qué sé. Dices que quieres trabajar en eso, pero, realmente, no sabes ni lo que vales ni para lo que vales. Menos, lo que valdrás y para lo que valdrás. En los años que tienes por delante tendrás que afilar tus actitudes y tus aptitudes y, entonces y solo entonces, ya verás qué pasa.
  • Keep your fucking options open. Repito: keep your fucking options open. Como no sabes por dónde va a salir la liebre, trata de cerrar el mínimo número posible de puertas. Porque no, la educación no abre puertas; las cierra: en poco tiempo no podrás ser juez, ni anestesiólogo, ni…

¿Cómo mantener tus opciones abiertas? Pues hay varios mecanismos básicos. Por ejemplo:

  • Aprende a programar. Independientemente de lo que estudies. Aunque sea derecho. Y, no, no pretendo decir que aprendas informática. No te va a hacer falta conocer los fundamentos de los procesadores, ni programar un compilador. Deja los parches del kernel de Linux para otros. Nunca te van a pedir que implementes la pila TCP/IP de un nuevo sistema operativo. Déjale eso a los informáticos de verdad. Lee código ajeno. Consulta el código fuente de las funciones que utilices. Ama los logs.
  • Aprende a escribir, a expresarte. Para eso, escribe. En inglés, también. * Rehuye la hiperespecialización. Ten la mente abierta, absorbe conocimiento y que nunca te preocupen cuántos ángeles pueden posarse en la punta de un alfiler.
  • Léelo todo. Cubre los primeros cursos de todo. Lee lo bueno. Lee lo malo.
  • Cuando acabes de estudiar, plantéate entrar a una consultora de las que pican carne de novato (Accenture o similares). Eso te expondrá a distintos negocios, distintas maneras de hacer las cosas, distintos puntos de vista, a todo lo que tiene que ver con incentivos y las excepciones a todas las reglas generales en que consiste la educación formal. Trabajarás lo que deberías trabajar haciendo un máster. Dormirás igual de poco que deberías dormir si hicieses un máster en condiciones. Pero te pagarán por ello y aprenderás más.

Y luego, a los ventibastantes, te sientas un día a contemplar la puesta de sol a la sombra de un naranjo y piensa a ver si te convence eso de la ciencia de datos.