¿Mercados de apuestas como cobertura?

Cierta gente, mucha, está mostrando su sorpresa en estos días acerca de las discrepancias entre lo que dicen las encuestas por un lado y el consenso de los mercados de apuestas con respecto a lo de Trump. Por ejemplo, aquí, aquí o

Esencialmente, muestran su sorpresa acerca del hecho de que los mercados de apuestas estén básicamente regalando dinero. Es mucho más propicio apostar por Biden que por el 12321 en la lotería de navidad.

Yo no he apostado nunca (aunque sí tengo una cuenta activa en Hypermind donde juego con dinero virtual), pero si lo hiciera lo haría en un sentido que creo tanto racional como no necesariamente alienado con el presunto objetivo de la calibración de mis predicciones.

Al fin y al cabo, se apuesta por lograr una utilidad y esta ocurre en un contexto concreto. Un ejemplo muy ilustrativo: si mañana jugase España la final del mundial, querría que ganase. Si lo hiciese, me alegraría, etc. Muy racionalmente, podría considerar apostar en contra de España, independientemente incluso de los precios: si perdiese la apuesta, no me afectaría mucho; si perdiese España, obtendría una compensación económica, etc.

Porque en una decisión frente a incertidumbre obran y se combinan dos elementos: las probabilidades y las utilidades resultantes. En mi época de consultor de riesgos bancarios, lo llevábamos muy a rajatabla: por un lado se estimaba la PD (probabilidad de default) y, por otra, el LGD (loss given default). Las decisiones finales se tomaban en función de su producto, la pérdida esperada.

No sé si mi aproximación subjetiva a las apuestas, como cobertura, es o no generalizada. Lo que sí que parece evidente de las discrepancias entre estimaciones meramente probabilísticas y otras en las que intervienen recompensas económicas bien podría tener que ver con la interacción entre probabilidad y utilidad en las segundas.

Dicho sea esto, además, teniendo en cuenta la existencia de motivaciones extraprobabilísticas relacionadas con utilidades no explícitas, por parte de los fabricadores de encuestas y estimaciones con la etiqueta de probabilísticas, que es otra historia en la que no quiero entrar.