Números

Por la apertura de los datos públicos

En navegaciones sin rumbo por internet di con una asociación con un proyecto muy prometedor, Pro Bono Público. Aunque no he tenido la ocasión —todavía— de contactar con ellos, creo que los lectores de esta bitácora compartirán conmigo el interés por esta iniciativa.

Además, aquéllos de mis lectores que tengan más tiempo y arte que yo —y estoy pensando en concreto en una muy fiel seguidora que tiene buena mano para estas cosas— puede que quieran participar en el Desafío Abredatos 2011, que se celebrará próximamente bajo su patrocinio.

¿Dónde obtengo mis datos? ¡Pregunta!

Se ha hablado mucho de la avalancha de la información, de la web semántica, del gobierno abierto, del acceso libre a los datos, de compartirlos, etc. Pero a la hora de la verdad, ¿dónde puedo obtener los datos que necesito aquí y ahora para un fin concreto?

La respuesta no es sencilla. Por supuesto, tienes los buscadores. Hay información que uno sabe que consta en el INE o tal vez en las páginas de un determinado ministerio u organismo público. Tal vez puedes llamar a ese amigo tuyo que tal vez lo sepa.

Estadística para periodistas y escritores

Hace tiempo, mucho ya, decidí que no me interesaba desarrollar una carrera dentro de la academia. Pesó en la decisión el hecho de que entre las cosas punteras, entre el estado del arte a cuyo progreso se dedican nuestras universidades y lo que de ellas absorbe la sociedad (léase: empresas, instituciones oficiales, la prensa, el vulgo) mediaba una extensa tierra de nadie en la que poder plantar mi alegórica tienda.

Asesinatos en perspectiva

En Colombia hay mucho asesinato. Uno va para allá y si del aeropuerto para el hotel no lo han separado de su equipaje, su cartera o de la vida, puede darse por afortunado.

La cosa es poco menos grave en Suráfrica. No en vano fue allá el mundial y lo de los asesinatos nos lo advirtieron en la tele. En Gambia, que está por ahí cerca, la cosa será tres cuartas partes de lo mismo, como cabe esperar.

Publica o perece

Quienes trabajamos circunstancianmente para investigadores heredamos parte de esa presión que sufren para publicar a toda costa so pena de perecer académicamente. Esa presión introduce en demasiadas ocasiones los sesgos, desviaciones con respecto a la ortodoxia metodológica, etc., cuyos excesos ha generado una creciente ola de escepticismo frente a los resultados que aparecen en la literatura, tal y como comentábamos el otro día en estas páginas.

Esta entrada —continuación de la anterior y abrebocas para otra que estoy preparando sobre el mismo tema— quiero presentar a mis lectores unos cuantos sucesos famosos que ilustran un fenómeno tal vez poco conocido del gran público: casos en los que los resultados científicos resultan falsos no por defectos metodológicos, no por sesgos involuntarios sino por dolo.

Riesgo e incertidumbre

He encontrado dos (¿cuatro?) definiciones contradictorias de _riesgo _e incertidumbre. La primera está implícita en una frase del artículo The ratings game de Martin Mayer y dice, según mi traducción, así:

Knight realizó una distinción categórica entre el riesgo, que puede ser medido, y la incertidumbre, que no puede serlo.

Mayer recoge así la distinción que realizó Frank Knight en su tesis doctoral hace ya casi un siglo. En términos algo más precisos, lo que según Knight distingue la incertidumbre del riesgo es que del segundo se conoce, cuando menos, la distribución de probabilidad asociada al fenómeno. Uno se enfrentaría así a un riesgo cuando no sabe a ciencia cierta qué puede ocurrir pero sabe atribuir una probabilidad a cada uno de los posibles resultados.

Hay vida feliz más allá del PIB

Igual que reviso mis propios ingresos y gastos, por eso de que vivimos en democracia, me molesto en revisar los números de esas esferas en que me encuadro fiscalmente: ayuntamiento, comunidad autónoma, país (¡pobrecico!) y Unión Europea. Mis dos principales impresiones al examinar las de la Comunidad de Madrid de 2010 fueron:

  • La opacidad (o ininteligibilidad) de las partidas de ingresos: al parecer, estamos en un periodo transitorio en lo concerniente a la financiación autonómica (aunque apostaría bastante dinero a que todos los años desde el 78 lo han venido siendo en mayor o menor grado) y esto hace muy difícil saber quién paga qué, qué son esos fondos de compensación, a qué hacen referencia los ajustes y, sobre todo, cómo se comparan las cifras de un año con las del anterior.
  • Que la recaudación vinculada al IVA y el IRPF descendió un 31% y un 29% respectivamente entre 2008 y 2009.

Yo soy autónomo. En cada factura que emito, cargo un 18% de IVA. Y como yo muchos de los restantes autónomos de España (otros “van por módulos”, que es otra historia). Y como nosotros, todas las empresas. Excepto en algunos casos excepcionales (incremento relativo de ventas al exterior (exentas del impuesto) o aumento de la actividad sumergida), existe una relación lineal entre producción y recaudación por concepto de IVA.

¡Que trabaje su tía!

De un blog cuya lectura recomiendo, extraigo este gráfico:

Se trata de la llamada curva de Beveridge para España, que relaciona la tasa de paro con la de puestos de trabajo vacantes.

Los datos relativos a vacantes para España pueden obtenerse de Eurostats. En la gráfica parecen estar representados en una escala distinta (por mil) que en las tablas (por ciento). Pero debieran ser magnitudes comparables.

Aquí aparece una explicación de cómo interpretar la curva: en épocas de bonanza económica debería acercarse al eje Y (poco desempleo, muchos puestos vacantes) y en las de depresión, al X (falta de ofertas de trabajo, desempleo elevado).

Divide y compararás

De este artículo sobre Facebook extraigo dos cifras:

  1. Valoración estimada de la compañía (de acuerdo con ciertos analistas, dado que no cotiza): 50.000 millones de dólares
  2. Número de usuarios (¿o clientes?): 500 millones.

Aunque son de tal magnitud que rozan lo ininteligible, su cociente sí que resulta aprehensible: cien dólares; cien dólares es lo que dizque se está pagando por cada usuario de Facebook (aunque esto no es rigurosamente cierto: se está pagando también por sus futuros usuarios, dado su patrón de crecimiento).

Energía y medio ambiente en 2035: algunos números

Energía y medio ambiente concitan una gran atención de los medios. Sin embargo, éstos ofrecen discusiones parciales, sesgadas y, sobre todo, cortoplacistas. Para forjarse una idea más global de lo que pasa y puede pasar hay que acudir a otras fuentes. Una de las más pertinentes es el World Energy Outlook 2010 de la que, a modo de abreboca, extraigo algunos de los hechos más significativos.

En la conferencia sobre el clima de la ONU en Copenhague de diciembre de 2009 se estableció un acuerdo no vinculante para limitar el incremento global de temperatura a 2 grados por encima de los niveles preindustriales. La IEA ha realizado un estudio sobre cómo podría ser el futuro del uso de la energía con el año 2035 en el horizonte planteando tres escenarios alternativos: